Parecía un hombre tranquilo y reservado, quizá trabaje a nuestro lado, una persona en apariencia normal, pero también podría ser una persona harta, quemada, con problemas mentales y lista para explotar.
Cualquier día de estos nos pasará lo mismo en nuestra oficina, nunca sabemos quién tiene puestos nombres a las balas de su revólver, recemos para no ser uno de ellos y mejor ser mas imbécil que quien dispara para sobrevivir.
espeluznante e inquietante
ResponderEliminar